Cada vez que me susurras al oido, siento que lo único que quiero es estar contigo...
Cada vez que me abrazas, siento que no tengo miedo a nada...
Cada vez que me hablas, siento que eres todo lo que siempre había soñado...
Cada vez que me besas, siento que los latidos de mi corazón aumentan, y que eres la razón de mi existir...
¿Y todavía te sigues preguntando que por qué te quiero?